Y es que, si echamos un vistazo a los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), descubrimos que en España el 73% de la población es sedentaria o no cumple con las recomendaciones mínimas en cuanto a la actividad física, lo que provoca un 13,4% de muertes al año en nuestro país; un total de 50.000 vidas.
Entre algunos de los problemas que ocasiona este mal hábito encontramos problemas de músculos y articulaciones y una disminución del sistema inmunitario.
Pero, ¿Cómo afectan estos datos a las empresas?
En el entorno laboral esto se ve reflejado en problemas de absentismo, presentismo y días laborales perdidos, que según la Federación de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) han crecido en un 50% en nuestro país, llegando a perder cada trabajador una media de 4,99 horas al mes, lo que supone un aumento de los costes destinados a reemplazar trabajadores o cubrir bajas por artritis, dolores musculares o depresión.
Este nuevo panorama laboral tiene graves consecuencias en las empresas, que sufren, entre otras cosas, una considerable disminución de la productividad y del rendimiento tanto de los trabajadores, como de la propia compañía en general.
Con el fin de frenar estas consecuencias negativas, nacen los programas de bienestar destinados a empresas, con un objetivo muy claro: mejorar la salud y la calidad de vida de los trabajadores dentro de una compañía, eliminando así ciertos riesgos laborales, enfermedades derivadas del stress, dolencias y días no-productivos.
Cada vez más, las personas quieren trabajar en compañías que se preocupen por su salud y que le permitan sentirse bien y realizados, por lo que la implantación de programas organizados que combinen, de forma estructurada, actividad física y una adecuada nutrición, no solo reducirán en un 63% el absentismo laboral en nuestro país, sino que también supondrán un ahorro de 2.500 millones de euros.
Estos programas de bienestar empresarial, se integran en la compañía de forma corporativa en todos los niveles, departamentos y empleados, creando una filosofía común que no solo sea efectiva en la vida laboral, sino en la vida familiar y social.
A través del trabajo en grupo que fomenta las relaciones entre compañeros, el objetivo es crear motivación y hacer que el trabajador se sienta más realizado, lo que en términos laborales le lleva a ser más creativo, dinámico que esté más implicado y centrado en su trabajo En definitiva, que sea más productivo, logrando así unos altos beneficios para y por la compañía.