Es cada vez más habitual que la gente mire la etiqueta de los alimentos para tratar de llevarse a casa aquellos más saludables pero ¿realmente sabemos qué es lo que estamos mirando?
Con este artículo me gustaría tratar de explicar qué es lo que vemos en estas etiquetas nutricionales y como en ocasiones tratan de confundir al consumidor.
Cuando miramos los ingredientes estos se tienen que presentar por orden descendente de cantidad, es decir, el primer ingrediente será el más abundante en el producto y así sucesivamente. Esto es importante en alimentos que, por ejemplo, se denominan “integrales” pero que al mirar la lista de ingredientes se comprueba que la harina integral ocupa el puesto 13º y aparece en un 3%, siendo el primer ingrediente harina refinada.
Os reto a buscar la palabra integral en el siguiente listado de ingredientes:
Tic, tac, tic tac… ¿nada? Aunque se anuncie como integral ¿realmente lo es? En mi opinión la respuesta es un rotundo NO. Si el ingrediente principal no es harina integral no es un producto integral. Como puedes apreciar, esta baguette integral tiene un 57,1% de trigo refinado y un 2,7% de salvado de trigo, es decir, han cogido trigo, lo han refinado y después han añadido una mínima parte del salvado que le habían quitado inicialmente para venderlo como integral.
Esto mismo ocurre por ejemplo el etiquetado de pan de centeno, avena, espelta, etc. Donde los fabricantes juegan con el tamaño y colores de las etiquetas para hacer creer al consumidor que compra un pan DE centeno cuando es un pan de trigo CON centeno.
SI no miras los ingredientes lo habitual sería pensar que este pan es de centeno, pero al fijarte observarás que únicamente tiene un 11% de este cereal y que está en la 3º posición en la lista, de manera que los ingredientes principales son la harina de trigo y el agua.
Si aún te fijas más, verás que en la etiqueta pone PAN con CENTENO, el “con” está evidentemente en una letra mucho menor pudiendo provocar confusión entre los compradores.
Otro “truco” habitual es decir que el alimento es rico en fibra. Esto no indica que sea integral, solamente que aporta fibra. Para ello, lo más habitual es que a la receta de harina refinada se le añada una cierta cantidad de salvado de trigo o de otras fibras dietéticas, pero ello no implica que sea integral ni mucho menos. En el ejemplo de la imagen se puede ver como tiene fibra de manzana, trigo, centeno, avena, maíz pero en ningún momento aparece la harina integral.
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Autor: Roberto Conesa: Entrenador Personal especialista en nutrición y enfermedades metabólicas.