“Sin dolor no hay victoria”. Este grito de batalla tan empleado en diferentes espacios también lo hemos podido ver en el ámbito de la actividad física. Sin embargo, y buscando siempre el objetivo prioritario (la SALUD), convendría desterrar este mito.
Algunas actividades de gran intensidad o larga duración se pueden acompañar de molestias y sensaciones desagradables. Cabe aclarar que esas sensaciones no son un síntoma positivo, no son una consecuencia natural del ejercicio. Cuando hay dolor significa que algo va mal.
Por ello, en DomoPersonal consideramos una conducta errónea y aconsejamos evitar el hacer ejercicio cuando notamos un dolor o nuestro cuerpo presenta una lesión. Nuestro cuerpo tiene un límite: no es recomendable realizar la actividad física a altas temperaturas o con ropa no adecuada. De la misma forma, realizar ejercicio que sobrepasa el nivel de tolerancia a la carga individual es peligroso, ya que corremos el riesgo de lesionarnos.
Si caemos en este error y comienzan las lesiones, lo más probable es que acabemos por abandonar la práctica de ese ejercicio o deporte.
Por lo tanto, desde DomoPersonal queremos compartir tres soluciones que pueden resolver esta falsa creencia:
1.- Consultar a expertos (Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y Deporte) para que os prescriban qué ejercicios realizar y cómo hacerlo. 2.- No realizar ejercicio cuando tengamos dolor o sensaciones desagradables. 3.- La victoria se consigue sin dolor. Es decir, cuando realizamos ejercicio físico buscamos una mejora de nuestro bienestar. Por lo tanto, disfrutemos y divirtámonos. Es la mejor receta para mantener sanos nuestro cuerpo y mente.