¿Cuántas veces has tenido que parar por una lesión? ¿Cuánto tiempo has perdido sin poder entrenar por un mal gesto? ¿Entrenas y prescribes entrenamiento de fuerza y aun así siguen apareciendo lesiones? Si alguna vez te han surgido estas preguntas y no tienes la respuesta, sigue leyendo, porque lo que te vamos a contar te interesa.
En DomoPersonal trabajamos con miles de clientes al mes y tenemos la gran suerte de poder decirte que nuestro índice de lesiones es tan, tan bajo que muchas veces los nuevos clientes simplemente contratan los servicios para “no volver a lesionarse en la vida” (hablamos de salud, no de rendimiento deportivo).
Si te paras a analizar, ¿cuáles pueden ser las lesiones más frecuentes que pueden sufrir tus clientes? Seguramente se te pase por la cabeza un esguince de tobillo, una rotura de fibras musculares, una distensión, o cualquier dolor asociado a una incorrecta higiene postural. ¿Qué te parece si te cuento que puedes reducir muchísimo la probabilidad de sufrir estas lesiones añadiendo este entrenamiento en tu rutina?
En la mayoría de ocasiones, estas lesiones se producen porque nuestro cuerpo no es capaz de gestionar fuerzas en las posiciones que provocan esa lesión. Cuando tu cliente se hace un esguince, ocurre porque la fuerza que le provoca a esos ligamentos excede su capacidad para responder satisfactoriamente a ese movimiento y esto provoca la lesión.
La respuesta entonces parece obvia, si ayudas a tu cliente a potenciar esa musculatura en esos rangos de movimiento, su riesgo de lesión disminuirá potencialmente. Pero, ¿cómo hacer esto? Coge el movimiento que puede provocar esa lesión, disminuye su carga y progresa hasta conseguir realizar ese gesto lesivo sin sufrir ningún daño.
Te voy a poner un ejemplo para que sea más sencillo. Vamos a coger el ejemplo del esguince de tobillo:
- Coloca a tu cliente en sedestación e imita el movimiento que provoca ese esguince de tobillo, manteniendo esa posición 2” en cada repetición. Realiza 10 repeticiones.
- Cuando esto ya lo tengas superado, puedes ponerte de pie y, en bipedestación, repetir ese movimiento alternando piernas y jugando con el peso del cuerpo.
- El último paso sería poder realizar este movimiento a una pierna (si consigues que tu cliente haga esto, significa que puede soportar todo el peso de su cuerpo sobre una pierna con el pie en posición de esguince. ¿Crees que se reducirá su probabilidad de lesión? ¡SÍ!)
Muchas veces se comete el error de no entrenar los “movimientos lesivos” por el simple hecho de ser perjudiciales. Sin embargo, una perspectiva más adecuada sería la de: “voy a entrenar esos movimientos para que, si alguna vez me pasa, saber que tengo menos riesgo de lesión”. De ahí surge el principio de este método de entrenamiento.
Si eres entrenador/a especializado en salud y trabajas con clientes, estamos 100% seguros de que este método te dará buenísimos resultados. Nosotros ya lo hemos probado. Aún así, si quieres conocer mejor como elaborar esta estrategia y otras muchas para ayudarte a ti y a tus clientes a ser más móviles y fuertes, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro último webinar, donde ahondamos en todos estos detalles.
https://domopersonal.com/webinars/curso-movilidad/
Autor: Antonio Solano. Entrenador de DomoPersonal especializado en movilidad.