1. Hay que evitar las grasasDurante muchos años las recomendaciones se han basado en eliminar las grasas de la dieta para tratar de combatir la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.Sin embargo cada vez más evidencia científica relaciona como más perjudicial las comidas con cantidades altas en azúcares simples que aquellas ricas en grasa, llegando incluso a reconocerse que una dieta rica en grasas saludables (principalmente mono y poliinsaturadas) puede sustituir una rica en hidratos de carbono e incluso mejorar los valores de HDL (colesterol bueno) y triglicéridos en sangre.Eso sí, no todas las grasas son iguales, no es lo mismo el aporte de grasas de las nueces o el aguacate que la de las hamburguesas de McDonals o las de las galletas industriales que usan grasas modificadas o grasas trans.En conclusión: no hay que temer al consumo de grasas lo que hay que tratar es que estas provengan de alimentos de calidad.Autor: Roberto Conesa. Entrenador Personal especializado en nutrición.